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Una cura talaso-spa trabaja «en profundidad». La regularidad de los cuidados responde con precisión a nuestras necesidades fisiológicas y psicológicas para conseguir revitalizarse verdaderamente. Tras las primeras sesiones comienza la verdadera relajación. Y con ella, curiosamente, una sana fatiga, gracias a la cual se mide la presión acumulada a lo largo del año, un poco más en cada sesión.
Por un lado los masajes, envolventes, delicados o más apoyados, relajan el cuerpo, poniéndolo al servicio de la mente. Por otro lado, los cuidados de talasoterapia. El agua de mar, fuerza elemental, cuna de vida, vivifica y dinamiza. Fuente de beneficios y rica en sales minerales, cataliza la energía. Estas sensaciones puras y simples, reconectan con lo real, con lo esencial.
La piscina de agua de mar situada en la azotea del establecimiento y calentada a 33°C todo el año permite disfrutar de las vistas de la laguna, las marinas de los alrededores, el mar Mediterráneo, la llanura de Languedoc-Rosellón, el puerto de Saint-Cyprien y la montaña. También es posible una relajación panorámica en el solárium, para tomar baños de sol regeneradores y relajantes.
Reserva de sus tratamientos de 9:00 h a 13:00 h y de 14:30 h a 18:30 h
La piscina climatizada en la azotea del hotel y el baño turco
están abiertos todos los días de 9:00 h a 20:00 h.
Para potenciar su salud y belleza, hemos elegido Biologique Recherche Paris. Esta marca francesa, creada hace unos cuarenta años por un biólogo y un fisioterapeuta, combina un enfoque clínico con un cuidado estético. Nuestros protocolos personalizados se desarrollan a partir de un diagnóstico dermocosmético (Instant de Peau©), seguido de una fase de inicialización para preparar la epidermis y de una fase de tratamiento en profundidad.
Gracias a la infraterapia, la sauna japonesa Iyashi Dôme purifica su cuerpo, actúa sobre el adelgazamiento, mejora la calidad del sueño y la recuperación muscular.
Privatice el espacio talasoterapia.
Regálese un momento especial en pareja privatizando la azotea terraza para una velada romántica. Una comida de degustación con champagne, un acceso privatizado al baño turco y a la piscina de agua de mar, y el recuerdo de una velada mágica en el sur de Francia.
Lo sabemos: a menudo el espejo sólo refleja su propio estado de ánimo o lo que se quiere ver en él. Para ir más allá y franquear una etapa suplementaria en el camino del bienestar y de la belleza, es indispensable una mirada cómplice. Esta mirada, a la vez profesional y empática, es la mirada de las mujeres que comprenden las expectativas y conocen esa sensación. Como amigas de confianza, aconsejan con benevolencia y proponen lo mejor para sentirse mejor, más bella, más fuerte y para afrontar serenamente lo cotidiano y el mundo.
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